Mozzarella(nodinos) al Horno con Prosciutto es un plato exquisito que combina la cremosidad de la mozzarella fresca con el sabor salado y crujiente del prosciutto dorado. Al hornearse, el prosciutto se convierte en una capa crujiente que contrasta perfectamente con el interior suave y fundido del queso. Servido sobre una cama de rúcula fresca y aderezado con un toque de aceite de oliva, este plato ofrece un equilibrio perfecto entre texturas y sabores, resultando en una experiencia culinaria sofisticada y deliciosa.

Ingredientes​

• 200 g de mozzarella fresca (preferiblemente nodino)
• 100 g de prosciutto en lonchas finas
• 2 tazas de rúcula fresca
• 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• Sal y pimienta al gusto
• Opcional: Unas hojas de albahaca fresca para decorar

1. Preparar la Mozzarella:

1. Envuelve la mozzarella:

   • Precalienta el horno a 200°C (390°F).
   • Envuelve nodino de mozzarella con una loncha de prosciutto, asegurándote de cubrirla completamente. Si usas trozos grandes, puedes usar más de una loncha de prosciutto para envolverlos bien.

2. Colocar en una bandeja:

   • Coloca los nodinos de mozzarella envueltos en prosciutto en una bandeja para hornear ligeramente aceitada o forrada con papel de hornear.

2. Hornear la Mozzarella:

1. Hornear:
   • Hornea la mozzarella envuelta en prosciutto durante 10-15 minutos, o hasta que el prosciutto esté dorado y crujiente, y la mozzarella esté suavemente derretida.

3. Preparar la Rúcula:

1. Preparar la base:
   • Mientras la mozzarella se hornea, coloca la rúcula fresca en una fuente o plato grande. Sazona con una pizca de sal y pimienta al gusto.

4. Montar y Servir:

1. Añadir la mozzarella:

   • Una vez que la mozzarella esté horneada y dorada, retírala del horno y colócala sobre la cama de rúcula.

2. Agregar el toque final:

   • Rocía un chorrito de aceite de oliva virgen extra sobre la mozzarella y la rúcula. Decora con hojas de albahaca fresca si lo deseas.

3. Servir:

   • Sirve caliente para disfrutar de la mozzarella derretida y el prosciutto crujiente. Es ideal como aperitivo elegante o como parte de una comida ligera.

Las bolitas de mozzarella fritas son ideales para compartir con amigos o familia como aperitivo o bien como merienda.

1. Acompañar con vino: Un vino blanco seco y fresco como un Sauvignon Blanc o un Chardonnay complementará la suavidad del queso y el sabor salado del prosciutto.

2. Ideal como aperitivo: Este plato es perfecto para servir en reuniones y cenas informales. Puedes ofrecerlo como un aperitivo elegante o como parte de una selección de tapas.

3. Añadir un toque de acidez: Unas gotas de vinagre balsámico o una reducción de balsámico pueden añadir un contraste agradable y potenciar los sabores.

4. Servir con pan: Acompaña con rebanadas de pan rústico o focaccia para aprovechar la mezcla de sabores y texturas, y para mojar en el aceite de oliva.

5. Complementar con ensalada: Sirve con una ensalada ligera de hojas verdes o un tomate en rodajas para balancear la riqueza del plato con frescura.

6. Presentación creativa: Decora con hierbas frescas adicionales como albahaca o tomillo para realzar la presentación y el sabor.