La Pizza con Burrata y Prosciutto es una combinación elegante y sabrosa de ingredientes frescos y de alta calidad. La base de la pizza es crujiente, cubierta con una capa de salsa de tomate rica y equilibrada, junto con mozzarella derretida que aporta un toque clásico. Al salir del horno, la pizza se corona con una bola de burrata fresca, que se derrite ligeramente, añadiendo una textura cremosa y suave. Sobre la burrata se colocan finas lonchas de prosciutto, cuyo sabor salado y delicado contrasta perfectamente con la frescura de la rúcula, que aporta un toque crujiente y refrescante. Un chorrito de aceite de oliva virgen extra realza los sabores, creando un plato sofisticado, visualmente atractivo y delicioso en cada bocado.

Ingredientes​

Puede encontrar tosdos los productos que necesita para elaborar  la receta de  Pizza con Burrata y Prosciutto en nuestra tienda Mansueto.

• 1 base de pizza (puede ser casera o comprada)
• 1 taza de salsa de tomate (preferiblemente casera)
• 200 g de mozzarella rallada
• 1 bola de burrata fresca
• 100 g de prosciutto en lonchas finas
• Un puñado de rúcula fresca
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal y pimienta al gusto
• Harina para estirar la masa (si es casera)
• Opcional: Hojuelas de chile o pimienta negra recién molida para un toque picante

Disfruta de la combinación de sabores y texturas de la frescura de nuestra burrata fresca Km0 con el sabor intenso del prosciutto. Una pizza para compartir en familia.

Preparar los Ingredientes:

• Precalentar el horno:

  • Precalienta tu horno a 250°C (480°F) o la temperatura más alta que tu horno permita. Si tienes una piedra para pizza, colócala en el horno para que se caliente.

• Preparar la base de la pizza:

  • Si estás usando una masa casera, enharina ligeramente una superficie y estira la masa hasta formar un círculo de aproximadamente 30 cm de diámetro. Si la masa se encoge, deja que repose unos minutos y luego vuelve a estirarla.
  • Coloca la masa estirada en una bandeja para hornear o sobre papel de hornear si estás usando una piedra para pizza.

• Añadir la salsa y la mozzarella:

  • Unta la salsa de tomate sobre la base de pizza, dejando un pequeño borde sin salsa alrededor.
  • Espolvorea la mozzarella rallada de manera uniforme sobre la salsa.

• Hornear la pizza:

  • Coloca la pizza en el horno precalentado. Si usas una piedra para pizza, desliza la pizza (con el papel de hornear) sobre la piedra caliente.
  • Hornea la pizza durante unos 8-12 minutos, o hasta que la masa esté dorada y crujiente y el queso esté burbujeante.

• Añadir la burrata y el prosciutto:

  • Saca la pizza del horno y, mientras está aún caliente, coloca la burrata fresca en el centro de la pizza. La burrata comenzará a derretirse ligeramente con el calor residual.
  • Coloca las lonchas de prosciutto por toda la pizza, distribuyéndolas de manera uniforme.

• Agregar la rúcula y el toque final:

  • Agrega un puñado de rúcula fresca por encima de la pizza, distribuyéndola bien.
  • Rocía un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima de la pizza y añade un poco de pimienta negra recién molida o algunas hojuelas de chile si deseas un toque picante.

• Servir:

  • Corta la pizza en porciones y sirve de inmediato, disfrutando de la combinación cremosa de la burrata con el sabor salado del prosciutto y la frescura de la rúcula.
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Esta pizza es ideal para compartir con amigos o familia mientras disfrutan de una buena película. Para los amantes de las emociones auténticas e intensas.

1. Acompañamiento de un vino: Un vino blanco afrutado como un Pinot Grigio o un vino rosado seco resalta la frescura de la burrata y la salinidad del prosciutto. Si prefieres tinto, un Chianti suave también combina bien.

2. Servir inmediatamente: La burrata debe servirse justo después de agregarla a la pizza, para disfrutar su textura cremosa antes de que se derrita por completo con el calor.

3. Ideal como aperitivo compartido: Esta pizza es perfecta para compartir en reuniones informales, servida en porciones pequeñas como un aperitivo elegante antes de la comida principal.

4. Agregar un toque de acidez: Si prefieres un toque más ácido, puedes rociar un poco de vinagre balsámico o usar una reducción de balsámico sobre la pizza justo antes de servir.

5. Ensalada ligera como acompañamiento: Acompaña con una ensalada ligera de rúcula o espinaca, aderezada con limón y aceite de oliva, para mantener la frescura y balancear los sabores ricos de la pizza.

6. Servir con pan artesanal: Unas rebanadas de pan rústico o focaccia pueden complementar bien, perfectos para disfrutar de cualquier exceso de burrata o salsa que quede en el plato.